La razón es que Gmail opera con sesiones no cifradas. Esto implica que los usuarios que revisen su correo electrónico Gmail en un cibercafé se exponen a que un intruso obtenga su información de inicio de sesiones; es decir, nombre de usuario y clave. Al conseguir acceso a la cuenta es posible obtener información adicional almacenada por el usuario en el mismo correo o en el calendario.
Sin embargo, el tema tiene fácil solución ya que el servicio de Google incluye soporte de tipo SSL. Corresponde al propio usuario activar la función, mediante el siguiente procedimiento:
Conéctese a su cuenta de Gmail.
Haga clic en el enlace de “configuración"
En la primera pestaña (general) avance hasta encontrar texto “conexión del navegador" y seleccione la opción “usar siempre https"
A partir de ahora, todo el tráfico mediante su cuenta Gmail estará cifrada (recuerde conectarse vía https://gmail.google.com ). El sistema será seguro y el usuario sólo estará sacrificando un mínimo de rendimiento debido al procedimiento de cifrado.